Soy profesora de Pedagogía Terapéutica, escritora, instructora de meditación y bailarina. ¿O tal vez solo soy un alma viajera? Sinceramente, no lo sé. Es demasiado complejo hablar de una misma de forma objetiva, aunque creo estar segura de ser el reflejo de mi alma rebelde, tenaz, emprendedora y extremadamente sensible. 

 

Nací y crecí en el circo. Y aún recuerdo como los dedos de mi abuelo danzaban al colocarse su nariz de payaso. Ese pequeño acto provocaba ipso facto el nacimiento de su gran sonrisa, y aunque su alma llore, sé que como payaso posee su magia, su alegría, y sus risas. El milagro de transformar un instante en fantasía eterna y degustar ese néctar que todo lo atrapa. En apenas un suspiro, transciende y deja que su esencia descanse en el espacio, para que todos puedan percibirla y sentirla.

 

Así que simplemente soy un alma que vaga sin cesar, observando, aprendiendo, analizando, y sintiendo. Con un andar pausado y sereno, intentando cultivar el sosiego interior con dedicación y amor. Al fin y al cabo, como decía Ortega y Gasset, "Yo soy yo y mis circunstancias". Mi danzar es la forma que tengo de enfrentarme y sobrevivir a las incógnitas de la vida. Es mi gran inspiración. Una senda a las profundidades de mi ser, que conecta con la divinidad que habita en mi interior. Y es entonces cuando puedo decir, que soy libre.